Impalas recorren mi estante


Es necesario tener siempre una excusa para el desorden. La mía es obvia y titular. Las impalas recorren mi estante. Lejos de la sabana africana, se han encargado de condenarme al caos de los papeles.

Yo odio los papeles, y es algo que debo poner de manifiesto, para que luego nadie me culpe de inconsecuencia. Odio los papeles y firmaría un documento con dicho testimonio, solo para dejar registro de ello, si no fuera que los documentos usan el papel como su soporte principal.


Las impalas, como los jóvenes esbeltos y afeminados, de florete en mano, cabalgan como peces geográficos sobre dunas de arena. Cabalgan sobre dunas de draibol. Cabalgan sobre las dunas que ellas mismas hacen con el papel que tumban (descuidadas) con sus patitas. Cabalgan convirtiendo mi cuarto en un desierto dunado de papel.

A mí me gusta pensar que son mucho más inteligentes que Jeff Koons, incluso que Andy Warhol. A mí me gustan muchas cosas, con excepción del papel.

Y aunque me gusta pensar que son las impalas las que desordenan mi cuarto, debo admitir que soy yo, la que en su papel de cazadora de plagas, deja el caos a su paso.

Después de todo, debo admitir que el papel no es tan malo, solo su desorden, cuando uno no sabe acomodarlo bien. Y las impalas, las pobres, están casi siempre en el jardín cumpliendo un castigo que no les toca.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

i like yOur Style

10:06 p. m.

 
Blogger Unknown said...

no entiendo...
(me hacen sentir estupido)

11:26 p. m.

 

Publicar un comentario

<< Home